Hay objetos que logran superar, por sus características formales, el momento histórico en el que fueron diseñados y siguen expresando el valor de su diseño. New York Sofa, diseñado en 1963, pertenece con plenos derechos a esta serie de productos. Un lenguaje de diseño riguroso, formas prestigiosas e inmediatamente reconocibles, técnicas de fabricación que combinan la producción industrial con lo mejor de la tradición artesanal: el resultado es un objeto de gran fuerza expresiva, que representa un signo significativo de buen diseño, destinado a perdurar en el tiempo.